SAGRADOS TITULARES
El Santísimo Sacramento es el primer Titular de la Hermandad, así como el principal, por tratarse, no de una imagen representativa de Jesús o de María, sino del mismo Cristo real y permanentemente presente en la Hostia Consagrada. Por eso, el título de Sacramental antecede a los demás Titulares de la Hermandad, siendo eje y vertebrador de los demás actos de culto que realizamos. La Corporación, se reorganiza en el año 1998 y para potenciar la adoración al Santísimo Sacramento, se realiza una procesión Eucarística por las calles de nuestro Barrio de la Ciudad Jardín, acompañando la bendita imagen de la Virgen del Rosario. Además, se celebró una Eucaristía en pleno corazón del barrio. La Hermandad celebra Triduo al Santísimo Sacramento en fechas próximas a la festividad del Corpus Christi y Exposición del Santísimo antes de cada misa de Hermandad siendo esta, el primer sábado de cada mes.
Nuestra señora de la Medalla Milagrosa es una imagen del siglo XIX, de autor desconocido. Tan solo la cabeza y manos están realizadas en madera, siendo el resto del cuerpo elaborado en pasta de madera y telas encoladas policromadas y estofadas. Una imagen de aspecto aniñado que representa a Nuestra Señora en su aparición a Santa Catalina Labouré, el 27 de noviembre de 1830, en París. La Santísima Virgen entregó a Santa Catalina una Medalla con una promesa: que quien la llevara al cuello con fe y confianza recibiría grandes gracias. La Virgen extiende sus manos y de ellas emanan rayos de plata, que son las gracias que derrama sobre el mundo y a quienes las pidan. Su cabeza coronada, es rodeada por un aro de plata con doce estrellas.
La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza en el Puente del Cedrón, es obra de nuestro hermano, el gran escultor contemporáneo, D. José Antonio Navarro Arteaga en el año 2008, quien también realiza las imágenes secundarias del misterio. La imagen del Señor, realizado en madera de cedro real, anatomizado y policromado al completo, se realiza en plena madurez artística. La cabeza, torsionada hacia el lado derecho, presenta un rostro de facciones hebreas. Pese a la resignación que emana del semblante, una lágrima resbala de los acuosos ojos ante el sacrificio venidero. La abundante melena oscura cae hacia el lado izquierdo en afilados mechones y se reparte caprichosamente sobre su espalda. La anatomía de Cristo maniatado es afanosa, elaborada con precisión en pies y manos, pormenorizando con insistencia los detalles de la musculatura, tendones y venas. El hombro derecho y parte del torso quedan descubiertos, lo que unido a la austeridad de la túnica y la carencia de preseas, refuerza el dramatismo de un simulacro que gana en dinamismo al ser recreado itinerante, adelantando con decisión los pies calzados con sandalias hebreas.
La imagen de la Virgen del Rosario, es obra del insigne escultor D. Francisco Buiza Fernández en el año 1963, realizada en madera de cedro real y las manos en pino de flandes. Buiza ofrece una Dolorosa juvenil, de expresión triste y reflexiva. La Santísima Virgen, inclina la cabeza hacia la derecha en señal de pesadumbre, y flexiona suavemente los dedos de las manos para portar el pañuelo de encaje. En la otra mano, ligeramente extendida, suele portar un rosario, símbolo de su advocación. Sus labios grandes y entreabiertos dejan ver la lengua y la dentadura superior labrada en su interior. Posee un hoyuelo en el mentón, sus ojos son de cristal, así como las cinco lágrimas que brotan de sus benditos párpados, realzados en su parte superior por pestañas de pelo natural. Pese a hallarse oculta habitualmente por sus vestiduras naturales, la Virgen posee una hermosa cabellera tallada de color castaño oscuro, en el que se puede apreciar, en la parte frontal de su cabeza, una cinta o lazo de color carmín, entrelazándose entre los mechones de pelo, para finalmente enroscarse en un moño en su parte posterior. Parece ser la única imagen de Buiza que tiene esta peculiaridad, cuyo peinado está inspirado, en el que usaban más comúnmente, las mujeres del imperio romano.
La imagen de San Juan Evangelista es obra del escultor D. Juan Antonio Blanco Ramos en el año 2002, realizada en madera de cedro real y policromada al óleo.